30 periodistas de EL PAÍS explican sus peores fallos.

El gran periodista norteamericano Ben Bradlee, responsable del Washington Post durante el caso Watergate, falleció en octubre de 2014, y algunos de los obituarios publicados con ese motivo elogiaban sus lecciones de periodismo… también en los errores. Indudablemente, también fue un maestro en rectificar cuando se hacía necesario.

Las sociedades más equilibradas suelen admitir el error como parte del ser humano; exigen, eso sí, que se repare o se aclare. Después, en vez de descalificar de por vida a quien lo cometió, muestran su comprensión ante las disculpas más sinceras.

30 periodistas de EL PAÍS han hecho en este libro el ejercicio de explicar los fallos que más les han dolido, por si les sirviera a los lectores para aceptar sus disculpas y por si estos relatos contribuyeran a un mejor aprendizaje en las facultades de Periodismo.

Quienes han aportado aquí sus experiencias no son personas infalibles. Es decir, son personas como todas. Pero al menos ellas saben que pueden fallar y que han fallado. Siempre merece más confianza quien reconoce sus errores que quien nunca se equivoca.